Uniformitarismo y catastrofismo

Pensemos por un momento en los ritmos estacionales de la naturaleza; estos transcurren en ciclos a los que estamos acostumbrados, como la constante revolución de las manecillas de un viejo reloj de pared. No por nada los textos herméticos y rosacruces insisten con el Principio Pendular y de Generación.

Si un observador neófito se topara con algún reloj que midiese las precesiones cósmicas, demasiado pronto sacaría conclusiones apresuradas: ¿acaso habría algo más que los visiblemente mensurables movimientos de las horas y minutos? ¡Oh, sí! Ahora entendemos este nuevo indicador que parecía no moverse: comprendemos que nos proporciona información sobre la revolución lunar.

Pero con el lento devenir de las semanas, el intelecto se embota con la repetición hasta que un nuevo e imperceptible marcador parece moverse: el ritmo estacional con las variaciones de temperatura y régimen de lluvias nos ha demostrado que nuestro reloj cósmico era más complejo de lo que pensábamos; este nuevo indicador que se mueve con excesiva tranquilidad en relación a los anteriores, efectúa una delicada revolución que atestigua un año sidéreo.

¿Nuestro observador se considerará satisfecho? Es muy probable. A lo largo de su vida, y la vida de su descendencia, el reloj cósmico ha mostrado una exactitud asombrosa informando solsticios y equinoccios, augurando tiempos de luz y cosechas, y previniendo los rigores del clima y las fuertes tormentas.

No fue hasta que pasaran varias generaciones de observadores que un ojo entrenado descubrió el velado dial que había pasado por una pieza decorativa. Este indicador se encontraba como fondo del gran reloj y en verdad parecía tan sólo un elemento que decoraba el marco central que se fundía en un armonioso juego de luces y sombras acentuando los desplazamientos de los demás indicadores en una sucesión de hermosos dorados, armoniosos plateados, desviados bronces y agresivos tonos de hierro. Del libro The Origin of Comets (El origen de los Cometas) de los autores Bailey, Clube y Napier:
En particular, los babilonios combinaron su astronomía con la idea de que la historia se repite, y con la fuerte creencia que los eventos celestiales ejercían control sobre los asuntos mundanos. La razón por la que este planteo haya surgido en las antiguas culturas mesopotámicas continúa siendo un enigma para los historiadores condicionados, tal vez como nosotros, con que el transfondo celeste es sólo un telón pasivo en el que se registran los eventos celestes.
Giorgio de Santillana y Hertha von Dechend plantean en el Il mulino di Amlethus (Hamlet's Mill en la versión inglesa) los detalles de esta intrincada máquinaria cósmica, la que descifran a partir de la mitología comparada de las culturas mesopotámicas, islandesa, precolombina e india. El Molino de Hamlet podría corresponderse con el oscuro significado del mítico Sampo del Kalevala finlandés; hemos hablado anteriormente sobre el Sampo y su semejanza con la Cornucopia o cuenco de la abundancia y que se relacionaría con las leyendas del Grial.

¿Nos hemos puesto míticos? Tal vez, pero no en el sentido usual de la palabra. Imaginemos que las constantes gravitatorias que rigen el plano físico no fueran tales, sino que pudiese fluctuar de vez en cuando en determinado sector de la galaxia.  ¡Horror!, gritarían al unísono los científicos ortodoxos. Nada de eso, aunque si bien es cierto que la realidad mutaría a una completamente diferente y, por cierto, nuestro soporte biológico también se alteraría de continuar vivos; leemos en el libro Universos Paralelos del físico teórico Michio Kaku (cap. Portales dimensionales y viajes en el tiempo):
Pero quizá la más extraña de estas anomalías [sobre agujeros negros, blancos y de gusano] es la posibilidad de universos paralelos y pasadizos que los conecten. Si recordamos la metáfora shakesperiana de que el mundo entero es un escenario, la relatividad general admite la posibilidad de trampillas, pero en lugar de llevarnos al sótano, nos encontramos con que las trampillas nos llevan a escenarios paralelos, como el original. Imaginemos que el escenario de la vida consiste en muchos pisos de escenarios, uno encima del otro. En cada uno de ellos, los actores recitan sus versos y se pasean por el decorado, pensando que su escenario es el único, ajenos a la posibilidad de realidades alternativas. Sin embargo, si un día caen accidentalmente en una trampilla, se encuentran lanzados a un escenario totalmente nuevo, con nuevas leyes, nuevas normas y un nuevo guión.
Las condiciones reinantes podrían dejar de ser del todo entrópicas, y ciertas leyes físicas, como aquellas de la termodinámica, deberían revisarse para adaptarlas al nuevo ambiente. Nuevas tecnologías surgirían o se readaptarían para aprovechar los recursos existentes: dispositivos o artefactos que hoy nos sonarían míticos. En el Material Seth, la serie de canalizaciones de Jane Roberts y Robert Butts, el capítulo IV del libro segundo, aporta una interesante hebra:
Ustedes creen que la historia física comenzó con el hombre de las cavernas y ha continuado hasta el presente, pero también han existido otras grandes civilizaciones científicas; de algunas de ellas se habla en las leyendas y otras les son completamente desconocidas; pero todas, hablando en vuestros términos, ya se han desvanecido.
Quizás les parece que como especie sólo tienen una oportunidad para resolver sus problemas, y que en caso contrario serán destruidos por su propia agresividad, por falta de comprensión y de espiritualidad. Igual que se les brindan varias vidas para que se desarrollarren y completen vuestras capacidades, de la misma manera las especies han sido dotadas con algo más que una única línea de desarrollo espiritual como la que conocen en la actualidad. La estructura de la reencarnación sólo es una faceta más de la totalidad del cuadro de posibilidades. En ella tienen literalmente todo el tiempo necesario para desarrollar aquellos potenciales que necesitan desarrollar antes de dejar el ciclo de reencarnaciones. Hay grupos de personas que, a lo largo de las reencarnaciones, se han encontrado con crisis tras crisis, han llegado a vuestro mismo punto de desarrollo físico, y entonces o bien han llegado más allá, o bien han destruido su propia civilización.
Si como se sugiere en pasajes del vilipendiado libro Forbidden Archeology de Cremo y Thompson que luego tomara Laura Knight para enriquecer su Historia Secreta del Mundo, el eco de esta tecnología pasara de una era a otra, el sentido se vería distorsionado dado que las condiciones del ambiente habrían sido fuertemente alteradas en sus constantes más básicas.

¿Adónde queremos llegar? Los años o revoluciones platónicas, entendidos como los ritmos estacionales cósmicos, desde la Edad Dorada a la actual Edad de Hierro son parte, en términos del principio hermético generacional, de una oscilación pendular entre las fuerzas creativas hasta su opuesto en las fuerzas entrópicas. Dichas oscilaciones implican cambios, denominémosle estructurales, en el tejido de la realidad física.

Las Cuatro Edades
en la Cruz de Hendaye
Sin embargo, ¿estas oscilaciones serán uniformes o implicarán cambios dramáticos al adoptar las nuevas constantes estructurales? ¿Y si tales eventos catastróficos fuesen parte necesaria, no lo veríamos acaso como un Fin del Tiempo o Tiempo del Fin? Quizá Fulcanelli en su celebrado libro El Misterio de las Catedrales nos oriente:
La Edad de Hierro no tiene más sello que el de la Muerte. Su jeroglífico es el esqueleto provisto de los atributos de Saturno: el reloj de arena vacío, imagen del tiempo cumplido, y la guadaña, reproducida en la cifra siete, que es el número de la transformación, de la destrucción, del aniquilamiento.

Robert Monroe: una visión sombría de la biología

Robert Allen Monroe, conocido por su empresa y en sus libros como RAM, fue un exitoso productor radial que tempranamente se desempeñó en áreas de aviación y mecánica; luego de fundar su empresa, destinó parte de su departamento de investigación a las técnicas de aprendizaje durante el sueño (sleep learning). Y según relata en Viajes fuera del Cuerpo, fue durante su propia experimentación sobre el tema, cuando descubrió un hecho inusual que se manifestó como parálisis del sueño con una seguidilla de vibraciones y luces brillantes —semejante a los fenómenos previos a una abducción— que culminó en una experiencia fuera del cuerpo (OBE o viaje astral).

En sus otros libros, Viajes Lejanos y El Viaje Definitivo desarrolla un intrincado tour de force desde este extraño punto de vista ajeno a la realidad física. Intentar resumir su obra puede llegar a ser complejo, dada la terminología peculiar que utiliza; sin embargo, es posible establecer semejanzas sustanciales entre el material ufológico al relacionar M-Band, o el espectro de pensamientos caóticos que envuelve a la Tierra, con el sistema de control hiperdimensional, los denominados Inspecs, acrónimo de Especie Inteligente (Intelligent Species) con las entidades de quinta o sexta densidad, o el término M-Field posiblemente relacionado al estado de plasma de cuarta densidad de la materia.

Monroe jamás trazó paralelismos con la ufología o con el ocultismo; no obstante esta salvedad, su obra está prolíficamente relacionada con el Mundo Imaginal de Carl Gustav Jung o Kenneth Ring, entendida como la realidad de los sueños o etérica, más vasta y menos restringida pero sin embargo objetiva, visible no con los ojos físicos sino con los órganos atrofiados —en palabras del Dr. Samuel Sagan— de la visión interior. En su libro Viajes Lejanos, Monroe presenta un escenario biológico alternativo, donde la supervivencia del más apto está basada en un modelo de restricción y control, puesto en régimen por entidades superiores o Sembradores, que buscan la recolección de un bien escaso denominado Loosh.

El Loosh suele encontrarse diseminado a lo largo del Universo en los polímeros de carbono, pero se atesora y recolecta cuando una criatura viviente es fagocitada y/o destruida. Los Sembradores desarrollaron distintas cepas de cultivos en busca de un Loosh destilado o puro: minerales, plantas, animales y finalmente el Cuarto Cultivo o la humanidad. Podemos asociar el Loosh destilado como la energía creativa o consciencia pura. Es notable la coincidencia con los escritos de Michael Topper, autor de varios artículos de la colección de libros Matrix:
En las densidades superiores, "Consciencia" es el nombre del juego. Esto sencillamente quiere decir que en los niveles superiores de existencia, sean de orientación positiva o negativa, todos comprenden que el negocio de todo ser y la existencia de todo lugar está en función de la Consciencia... estando más y más "Alerta." Estar despierto se relaciona con "densidad" de consciencia, por así decir. Las entidades negativas o entrópicas consiguen mayor nivel de consciencia al "ganar peso" por medio de la asimilación de otras unidades conscientes. [...]
Las entidades positivas piensan de otra forma: al integrar dentro de su conocimiento a los demás seres —el hecho de reconocer la consciencia de otro ser— ésta formará entonces parte de la propia consciencia; luego, reconocer la Pluralidad de la Creación es crecer en Consciencia. [...]
Los seres negativos desarrollan un juego de dominación, subyugación y absorción de otras consciencias en un solitario "Uno." Pero ellos comprenden que la absorción completa sólo es posible a través del convencimiento de las otras consciencias: que otros deben elegir el camino del "engrandecimiento del ego." Una "comida" reacia no es nutritiva, y se transforma en veneno para la consciencia que trata de asimilarla. [...]
Monroe describe la evolución de la vida orgánica en la Tierra como una serie de experimentos de los Sembradores en busca del cultivo perfecto: la creación de un ser que les provea continuamente de una provisión de Loosh destilado. Las primeras pruebas fueron en las aguas con algas (Estacionarios) y crustáceos (Móviles); más tarde se hicieron nuevas pruebas —¿quizá la Explosión del Precámbico?— en la atmósfera con seres que devoraban grandes cantidades de vegetales, pero al descubrir un nuevo cultivo que devoraba a sus pares, los Sembradores barrieron con un cataclismo e introdujeron esta nueva modificación.

El conflicto basado en el instinto de supervivencia —la sombra de lo que más tarde evolucionaría en emociones— apareció en este nuevo cultivo: ya no era necesario que se devorara un ser para que apareciese el Loosh, el miedo para sustentar las funciones vitales proveía de cantidades nunca antes vistas, fue así como nació un nuevo experimento: el Cuarto Cultivo, que ahora poseía todas las mejoras previas como violencia reactiva e instinto de supervivencia propia y de su descendencia, pero además se injertaron optimizaciones para extraer un Loosh más puro a partir de las emociones cuando las unidades se sintiesen apartadas de sus semejantes —quizá la semilla de las manipulaciones afectivas—: los Sembradores habían identificado que algunos seres del cuarto cultivo producían un Loosh destilado (conocido en sus libros como DLP formula: distilled loosh producers) cuando se sentían insatisfechos e irrealizados dentro de los límites del plano físico y no podían encontrar su ser polar.

Este descubrimiento derivó entonces en una de las últimas modificaciones sobre el Cuarto Cultivo: el injerto de parte de la mente de los Sembradores, lo que bien puede ser reconocido como la Instalación Foránea en los escritos de Carlos Castaneda, una fórmula que redundó en una extracción profusa de Loosh al interponer el conflicto (quizá el complejo-R) y al anhelar en el plano físico realidades ilusorias (tal vez relacionado al sistema límbico siempre soñador), pero a la vez un vínculo directo al control de los deseos de la mente humana.

Los Grises (Grays), las entidades
tanáticas recolectoras de Loosh
Es notable la coincidencia de los escenarios con otros autores de Hermetismo, Ufología e Historia Alternativa como John Baines, Salvador Freixedo, Rene Boulay, Laura Knight-Jadczyk o William Bramley, sin que ninguno de ellos estuviese al tanto de las publicaciones de sus colegas; a su vez, nos plantea un enriquecido paradigma al por qué de los sacrificios rituales —humanos o de animales—, su relación con los portales orgánicos, como unidades diseñadas para el ordeñe directo, y las sondas recolectoras de cuarta densidad destinadas a trabajos especializados.

Quizá tengamos la posibilidad de trazar dos teorías difusas; en primer lugar, la realidad biológica del plano físico emerge como un experimento de fuerzas superiores, donde creacionismo y evolucionismo parecen ir de la mano sin demasiados entrechoques: uno es una fuerza artifical, (1) parafísica o etérica, que impone nuevos modelos biológicos alterando el ADN, jugando dentro de una realidad sustentada por el otro de manera natural (2) (control vs. libertad o artificio vs. naturaleza).

En segundo lugar y desde un punto de vista esotérico, es evidente que el Loosh representa en la jerga alquímica la energía creativa o quintaesencia encerrada en la burda materia; los Sembradores necesitan de esta energía pero no desean realizar el trabajo creativo, engendrando para esto diferentes autómatas —como el prototipo humano— para que haga su trabajo; esta idea no es nueva y ya Zecharia Sitchin junto a Erich von Daniken habían planteado un paradigma semejante, aunque sin la componente etérica; en verdad, podría verse la humanidad actual como un robot semiconsciente, buscando la gratificación física de manera constante, sin saber que en realidad está cosechando (a través del sufrimiento, la devoción, el desenfreno o la pasión sexual) la energía para parásitos de nivel superior.

De lograr un atisbo de consciencia desde esta nueva perspectiva, el ser humano podría optar por utilizar todos estos obstáculos como un camino a la libertad. Y este camino puede verse en dos etapas: la primera en deshacerse del complejo-R, eliminando gradualmente los pulsos egóticos reemplazándolo con conductas altruistas, pero el segundo, y no necesariamente indicamos que se opere en la misma existencia, sea despojarse de las ensoñaciones del sistema límbico, de manera de sólo utilizar la consciencia en plenitud. En pocas palabras, la falta de impecabilidad nos convierte en alimento.

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Ponerogénesis, abducciones y la patocracia

Imaginemos una raza alienígena de demonios que se alimentara de la miseria humana, y que estuvieran detrás de cada dolor, hambruna, peste o guerra ¿de qué manera podría esta civilización mejorar su fuente alimenticia? Si la tecnología no fuese un impedimento y lograse trascender los límites del tiempo, podría inyectar sutiles modificaciones en los eventos y crear sincronismos negativos; también podría alterar ciertos patrones genéticos para enfatizar características como la reactividad emocional, la búsqueda insaciable del placer o, mejor aun, disminuir la percepción de la población media ocultando los patrones de conductas psicopáticas de aquellos que detentan el poder.

¿Asistimos a una sucinta postal de la sociedad moderna?

Existe un velo sutil que cubre las ocultas asociaciones entre los tres rimbombantes términos: la ponerogénesis siendo la síntesis y desarrollo de la maldad, las abducciones como un proceso exógeno para la extracción o inyección de material genético y/o psíquico, y la patocracia entendida como un sistema de gobierno creado por una minoría patológica. Seguramente a algunos les sonará conspiranoico, ¿pero nos encontraremos tan inmersos en la realidad cotidiana que habremos perdido la sensibilidad de lo que está ocurriendo? William Bramley en su obra Los Dioses del Eden (The Gods of Eden) sostiene:
Las cuestiones a investigar podrían incluir: ¿En qué grado son las verdaderas personalidades sociopáticas dominantes de los gobiernos en la actualidad? ¿Porqué el pueblo las tolera? Aquellas religiones Custodio [Teócratas] que exigen obediencia a seres criminales alienados que ellos exhiben como “ángeles” o “Dios,” ¿han cegado a mucha gente para que sean incapaces de ver la sociopatía [trastorno antisocial de la personalidad] que realmente presentan?
El psiquiatra polaco Kazimierz Dabrowski nos puede brindar una buena pista con su teoría de la Desintegración Positiva, ofreciéndonos un punto de vista multinivel de la psiquis: en el primer escalón se encontrarían los sujetos con integración primaria, cuyas conductas se encuentran en las cercanías de los impulsos biológicos manteniendo una alta cohesión con nuestra realidad física/entrópica que el ojo entrenado no dudará en relacionarlo con los portales orgánicos.

A partir de este punto, los individuos pueden optar en acentuar intelectualmente las características proporcionadas por el Complejo-R en lo que Dabrowski denominó Crecimiento Lateral: un subjetivo refuerzo de las conductas urobóricas cuya hipérbole serían los psicópatas. Pero por otro lado, el individuo podría optar por el Crecimiento Global, ingresando en una espiral ascendente marcada por la objetividad y la lucha interior contra las conductas mecánicas, que llevaría al sujeto a remarcar su individualidad y a segregarse del resto.

Knight-Jadczyk en su iluminada reedición del libro Alta Extrañeza (High Strangeness), asocia la teoría del doctor Dabrowski al proceso de abducción; una concisa definición de abducción la describiría como el rapto de seres humanos por presuntas entidades biológicas extraterrestres; el ex-jesuita español Salvador Freixedo en su libro Teovnilogía, coincide en este punto en lo que podríamos denominar una visión colineal de la ponerogénesis que asola a la humanidad, postulando el por qué: el objetivo final de los procesos de abducción parecería tratarse no sólo en bloquear o refrenar las conductas altruistas o divulgativas sino en enfatizar el acervo genético de los psicópatas de turno; el procedimiento fue detallado originalmente en la documentación recopilada por Robert Teske en The Dulce Protocol:
  • la inserción de un dispositivo esférico de 3mm a través de la cavidad nasal del abducido dentro del cerebro [en el centro nervioso/óptico]; este implante es usado para monitoreo biológico, seguimiento y control del abducido;
  • implementación de sugestión posthipnótica para llevar a cabo actividades específicas durante una ventana de tiempo, con una planificación anticipada de 2 a 5 años;
  • eliminación de algunas víctimas, con el fin de obtener recursos biológicos para alimento;
  • asesinato de individuos que representen un peligro para la agenda alienígena;
  • experimentación de los efectos en ingeniería genética;
  • fecundación de mujeres y extracción de fetos para asegurar la supervivencia del híbrido.
Muchos de los predicadores de la Nueva Era coinciden en sostener un punto de vista positivo en las inteferencias exógenas, llegando al extremo de marginar a los abducidos que se consideren a sí mismos como víctimas de estas entidades parasitarias; sobre esta postura sumisa, que parece resonar con un Síndrome de Estocolmo cósmico, opinaba la doctora Karla Turner:
Hay una teoría [...] que dice que los abducidos que perciben sus experiencias de forma negativa, sólo lo hacen porque ellos mismos no son espiritual o psíquicamente avanzados. Las personas con un desarrollo cósmico superior tienen encuentros positivos con extraterrestres... y así la teoría sigue, y aquellos que tienen experiencias dolorosas o aterradoras son sólo unos Neandertales espirituales. Esta es la teoría favorita de los investigadores que afirman que los extraterrestres, ya sean objetivamente reales o no, sirven como “reflejos” de nuestra naturaleza espiritual sobre una base individual o de la especie en general.

Habiendo trabajado con tantos abducidos decentes, honestos y orientados positivamente, creo que esta teoría es incorrecta. Peor que incorrecta, es despreciable, tan despreciable como culpar a una víctima de violación por la violencia cometida en contra de ella. Esta actitud hace que muchos abducidos se sientan doblemente violados, primero por los extraterrestres que se los llevaron, y luego por los investigadores del fenómeno
OVNI a quienes acuden para explicaciones y ayuda.
Ponerología: el estudio del
ziggurat alimenticio
Pensémoslo de este modo: una civilización avanzada demoníaca, llamésela a gusto: arcontes, custodios o ángeles caídos, estaría detrás de una fuente alimenticia rica en emociones negativas generando dos humanidades en distintas proporciones: el neopsicópata o patócrata que explote su capacidad intelectual en refritar de manera continua las emociones negativas de una población sumisa; pero que dicha población, fruto de la adecuada mezcolanza genética, estuviese cegada de ver tal realidad y la tomara como cotidiano o mal necesario.

Cualquiera con un periódico en las manos coincidirá en que la dedicación al trabajo del arcontado rinde diariamente sus frutos; del segundo libro de Marshall Vian Summers, The Allies of Humanity (Los Aliados de la Humanidad):
[...] de las transmisiones provenientes de las bases que se encuentran en el interior de vuestro mundo, sabemos que varios “especímenes,” tal como se refieren a ustedes, han muerto o han tenido que ser consumidos por diversas razones. Y también sabemos que mucha gente está desapareciendo[...]
En su intento de engendrar un nuevo líder humano, un híbrido bajo su total control, ellos necesitan de estos recursos biológicos de los que hablamos. Esto a lo que nos referimos es la parte más secreta de su agenda, la que nunca revelarán por su propia voluntad [...]
Parafraseando al prestigioso Freixedo en sus libros La Granja Humana e Israel, pueblo contacto, el cobayo perfecto de los dioses está ingresando en su última versión: la sexta según los Mayas, y su etapa de refinamiento e implantación no tardará en llegar; esta etapa tiene altas chances de coincidir con los ciclos de cambio de era, donde una aniquilación global preparará el terreno para el nuevo prototipo de humanidad... no hemos de olvidar: el mejor suelo para sembrar proviene de las cenizas del cultivo anterior.

Enriqueciendo el planteo de ver nuestra realidad como lo que efectivamente parece ser: una Granja Humana, encontramos este informativo pasaje en el libro del psicólogo William Baldwin: CE-VI: Encuentros Cercanos del Tipo Posesión (en la versión original The DFE Tank Farm):
En cierto caso, una mujer de mediana edad descubrió lo que aparentaba ser un conducto adjunto en el área de la base de su espina dorsal. Se trataba de una cánula energética [¿tal vez un cordón etérico?] que extraía su fuerza vital. Al realizar el seguimiento con su visión interior, encontró que este se extendía bien lejos hacia el “espacio” en alguna otra zona, lo que parecía un pequeño planeta [¿quizá la Luna, y por eso Gurdjieff sostenía que eramos alimento para la Luna?].

Los trabajadores de aquel lugar eran de pensamiento lento, bastante lerdos para razonar pero atendían con diligencia sus tareas de recolección y cuidado de las estaciones de almacenaje de energía vital; se trataba de “silos” o “tanques” parecidos a lo que se utilizan en granjas o en las refinerías de petróleo de nuestro mundo.

Este era su único trabajo. Otros conductos similares venían de todas direcciones de innumerables seres vivos en muchos mundos hacia esta instalación de almacenamiento. Estos trabajadores recibían un pequeño porcentaje de la energía de fuerza vital recolectada en forma de compensación de un poderoso grupo de entidades superiores que controlaban la operación desde otro planeta. Estos trabajadores parecían no estar al tanto de ninguna otra cosa.

Fue entonces cuando intentamos llamar al líder de estas entidades. Y entonces respondieron: “Nuestra gente ha confeccionado este sistema de recolección y almacenamiento de la energía de fuerza vital. Las Entidades Negativas están a cargo de nuestra gente, y lo han estado desde hace mucho tiempo; y así es, las Entidades Negativas ordenaron el emplazamiento de todo este sistema de recolección de energía vital; asimismo estas Entidades Negativas toman lo recolectado para sus propios propósitos; y por cierto, nuestra gente es esclava de estas Entidades y no hay nada que podamos hacer al respecto, y desde ya agradeceríamos cualquier ayuda para lograr nuestra libertad.”

Decidimos llegar al fondo de esto y solicitamos intermediación de las Fuerzas Luminosas para hablar con la entidad superior que comandaba esta operación. En unos momentos, uno de ellos respondió a través de la voz de la mujer. Estaba sorprendido y muy irritado por la interrupción: “Efectivamente, nosotros usamos parte de la energía recolectada, pero la gran mayoría es llevada a un nivel por encima de nosotros en el reino de la oscuridad; y desconocemos lo que ocurre en tal plano.”
¿Queda algo por hacer? La masa humana, aquella que no aplique el análisis crítico y se deje arrear en el rebaño (político, cientificista o religioso), en las lapidarias palabras del rosacruz John Baines, estará condenada a aprender con métodos más arduos; probablemente en la próxima encarnación -en la sexta humanidad- pueda encontrar el sustrato y fricción suficiente con la cual comenzar a despertar; Baines prosigue en que sólo una pequeña cantidad de humanos despierta en cada iteración, y este despertar coincide con el trabajo interior del que ya hemos hablado.

La interfaz espiritual (III)

La Cuarta Densidad descrita en los textos rosicrucianos, en los libros Matrix, o en el Material Ra y las transcripciones Cassiopaea puede entenderse además de un estado de consciencia superior, como un soporte de una realidad más sutil que envuelve a la nuestra. Este artículo no pretende rigurosidad académica sino presentar algunas especulaciones sobre la posible naturaleza basada en el material publicado e inquietas reflexiones: puede verse como un reo todavía encadenado que rehúsa someterse a las imposturas sombrías de la caverna y ha logrado tal vez torcer la mirada a la entrada de la cueva.

La Cuarta Densidad parece corresponder a lo que científicamente se conoce como estado de plasma; dentro del modelo físico aceptado al momento, el estado de plasma está formado por materia no bariónica (iones y electrones) en estado que subjetivamente entenderíamos como caótico, a diferencia de nuestra realidad bariónica (protones y neutrones que han atrapado iones y electrones).

Subjetivamente entendemos a la realidad del plasma como más acelerada o en estado de caos, diferenciándola de nuestra realidad que aparenta un mayor orden; pero de existir entidades que se desarrollen exclusivamente en el estado de plasma estas observarían nuestra realidad física como más lenta o congelada. Decimos exclusivamente porque los organismos biológicos a los que estamos acostumbrados también poseen una realidad etérica además de la física.

Desde hace años, los avances en las ciencias exobiológicas están planteando la posibilidad de procesos biológicos en materia no bariónica. Hemos de considerar que la materia física o bariónica es menor al 5% en el universo, correspondiendo un 25% al plasma o materia no bariónica; si hacemos una sucinta extrapolación estadística es inútil negar la posibilidad de vida, tal vez de naturaleza muy diferente a la que estamos habituados, desarrollándose exclusivamente en el estado de plasma.

Si nos atreviéramos a ver la realidad del plasma como la estructura subyacente sobre la que se sustenta nuestra realidad física, encontraríamos que las entidades que tienen el plasma como su hogar nativo podrían proyectarse con cierta facilidad utilizando materia corpuscular (bariónica) libre. Efectos de esto podríamos reconocerlos en las manifestaciones ectoplásmicas, tal vez en relación directa a los términos transdimensional atomic remolecularization/rearrangement presentes en el material sobre abducciones y visitantes de dormitorio; leemos en Fedom (El banquete) de Platón:
Hay, creo, otros pueblos que habitan otras partes que nos son desconocidas, porque por todas partes en la Tierra hay cavidades de toda clase de tamaños y de figuras en las que el agua, el aire y la niebla se han reunido. Pero la Tierra misma está por encima, en este cielo puro poblado de astros, y al que la mayor parte de los que hablan de él denominan el éter, del cual lo que afluye a las cavidades que habitamos no es más que el sedimento.
Sumidos en estas cavernas sin darnos cuenta de ello, creemos habitar en lo alto de la Tierra, casi como cualquiera que constituyera su morada en las profundidades del Océano se imaginara habitar encima del mar, y viendo a través del agua, el sol y los otros astros, tomara el mar por el cielo, y como por su peso o por su debilidad no habría subido nunca a la superficie y ni siquiera habría sacado la cabeza fuera del agua, no habría visto que estos lugares que habitamos son mucho más puros y bellos que los que él habita, ni encontrado a nadie que pudiera informarle de ello.
Éste es precisamente el estado en que nos encontramos. Confinados en alguna cavidad de la Tierra creemos habitar en lo alto, tomamos el aire por el cielo y creemos que es el verdadero cielo en el que los astros evolucionan. Y la causa de nuestro error es que nuestro peso y nuestra debilidad nos impiden elevarnos por encima del aire, porque si alguno pudiese llegar a las alturas valiéndose de unas alas, apenas habría sacado la cabeza fuera de nuestro aire impuro vería lo que pasa en aquellos dichosos parajes, como los peces que se elevan sobre la superficie del mar ven lo que pasa en este aire que respiramos; y si se encontrase con que su naturaleza le permitía una larga contemplación, reconocería que aquello era el verdadero cielo, la luz verdadera y la verdadera Tierra. Porque esta Tierra que pisamos, estas piedras y todos estos lugares que habitamos, están enteramente corrompidos y roídos como lo que está en el mar está roído por la acritud de las sales.
Tampoco crece en el mar nada perfecto ni de precio; no hay en él más que cavernas, arena y fango, y donde hay tierra, cieno. Nada se encuentra allí que pueda ser comparado a lo que vemos aquí. Pero lo que se encuentra en los otros parajes está aún muy por encima de lo que vemos en éstos, y para haceros conocer la belleza de esta Tierra pura que está en medio del cielo os diré si queréis una bella fábula que merece ser escuchada.
Platón nos brinda su visión de la cuarta densidad como aquella realidad que se extiende en el éter, una hábil analogía al comparar las realidades de los mares (líquida o segunda densidad) con la nuestra en la atmósfera (gaseosa o tercera densidad). Haciendo el esfuerzo intelectual, podemos vislumbrar una realidad etérica más sutil y por encima de nuestra realidad bariónica.

Esto sería ciertamente análogo a la relación que existe en los bytes en la memoria RAM y los que se almacenan en un disco de una computadora. En esta analogía la memoria RAM bien puede representar el estado no bariónico o de caos, mientras que el disco se podría ver como un estado de mayor orden. Para alguien que desconociese los procesos que corren en dicha computadora, el estado siempre cambiante de la memoria RAM podría verse subjetivamente como caótico a diferencia del estado más congelado y estático de un disco; aunque objetivamente ambos se encuentren en cambio continuo si bien a distintas velocidades.

Mediante esta analogía es factible también ver que la realidad física se apoya sobre la etérica... ¿acaso es posible escribir bytes en un disco sin que estos antes pasen por la memoria RAM? En cambio, las entidades etéricas podrían existir independiente de un cuerpo físico... ¿acaso toda la información que pasa por la memoria RAM termina congelada en nuestro disco?

El Diploma del Colegio Invisible

Hemos presentado y enriquecido la idea sobre la posibilidad de más de una Colegiatura Invisible operando tras el velo de la realidad física. Enfatizamos y animamos a investigar el concepto de una Guerra en el Cielo cuyo botín militar es la devoción y energía humana; dos bandos enfrentados en un proselitismo asistencialista: el bando teócrata con sus religiones dogmáticas tras el anquilosamiento intelectual y el sometimiento a un status quo, y por el otro, las jerarquías sectarias, encabezadas por maestros encarnados que profitan una libertad controlada, siendo extensiones veladas de las entidades parasitarias de cuarta densidad.

Sin embargo, y más allá de los bandos hambrientos del plano etéreo, se sitúa la verdadera orden rosacruz, aquella que asiste a la liberación y transformación última del Hombre. René Guénon asocia su lugar de residencia en el plano de las formas de pensamiento:
Sería inútil el tratar de determinar "geográficamente" el lugar donde los rosacruces se han retirado; de todos los asertos que se encuentran respecto a este tema, el más verdadero es desde luego aquel según el cual se retiraron al Reino del preste Juan, aquel que no es otra cosa, tal como hemos explicado en otra parte, más que una representación del centro espiritual supremo donde, en efecto, están conservadas en estado latente, hasta el fin de su ciclo actual, todas las formas tradicionales que, por una u otra razón, han cesado de manifestarse en el exterior.
Para el ojo entrenado, esto es análogo a la Sexta Densidad donde residen los Espíritus Puros del Espiritismo o las Formas de Pensamiento Unificado del modelo Ra/Cassiopaea, que operan bajo la égida de la Directiva Primaria del Libre Albedrío; del libro Extraterrestres y Rosacruces del autor italiano Angel Franchetto:
- ¿Vienen para ayudarnos?
- Algunos, sí... Otros... los monitorean.
- ¿Tenemos algo que temer?
- Las fuerzas del bien y del mal también existen en el Cosmos. Aunque los conceptos son distintos, resultan subjetivos para cada raza... No lo entiende, ¿verdad? Le pondré un ejemplo: si nosotros incidimos en su evolución evitándoles cataclismos y dirigiendo sus mentes para lo que ustedes consideran el bien... pensarán que les estamos favoreciendo. Pero lo cierto es que estaríamos alterando su proceso evolutivo con el manejo de su propia libertad. La libertad de acción es el valor supremo en el Cosmos. Manejarla viene a ser como herirla, aunque ustedes crean que es para su propio beneficio. Y lo que en su concepto haya sido un bien, a nivel cósmico habrá sido una imperdonable amputación de esa libertad a la que consideramos el valor supremo del ser vivo inteligente. ¿Comprende ahora que lo que para ustedes puede ser un bien sea un mal para nuestros conceptos?
Es entonces el énfasis y respeto del libre albedrío la brújula mágica -el aletiómetro o indicador de verdad- que nos guiará indemnes de las imposturas de las entidades parasitarias o humanos bajo su influencia; reenfatizamos la necesidad de cautela ante aquellos que aducen ser elegidos o programados para comunicar a los hombres los mensajes de entidades que se etiquetan como superiores; Franchetto transcribe otra canalización de seres exógenos:
[...] Nuestra raza tiene actualmente varios miles de seres programados en la Tierra y ustedes desconocen el bien que les están haciendo. En vuestro territorio hay miles de personas programadas y son los auténticos guías espirituales y desconocidos a quienes debéis seguir.
El ojo entrenado no dudará en que programar es cercenar y condicionar el libre albedrío: nadie puede ser elegido, el único que puede elegir es uno mismo.

Aquí debemos atrevernos en asociar a varios autores que en primera instancia parecerían estar hablando en tiempos y asignaturas diferentes, pero que a través de una inyección de intelecto podríamos volver a unir con facilidad del aparente grafo aislado; hablamos de las obras Lo Oculto de Colin Wilson, La Meta Secreta de los Rosacruces de Jean-Pierre Bayard, la prolífica obra de Allan Kardec y los bombásticos títulos escritos por el doctor José Rosciano Holder.

Es posible interpretar a través de las obras como Los Parásitos de la Mente y en especial Lo Oculto, que Colin Wilson fraguó un elaborado punto de vista gnóstico de la realidad con el que repasó la historia del ocultismo y sus actores: a medida que desfila por las biografías de la primera generación rosacruz como Cornelio de Agripa, Parecelso (Teofrasto de Hohenheim) y Cagliostro (Giuseppe Balsamo de Palermo), extrae los elementos en común que sembraron sus vidas: una sucesión de eventos desafortunados siempre los acompañó, que culminaba en persecuciones y los llevaba a tener una vida errante, pero en la que tarde o temprano surgían los poderes taumatúrgicos, esto es, la capacidad de realizar curaciones y sanaciones milagrosas.

¿Podemos asociar a estos magos errantes con el concepto de Wanderers (Guachos, Brujos y Bodhisattvas)? Si esto es así, encontramos una explicación del por qué de sus vidas tan extrañas: al soportar una influencia negativa directa del factor exógeno. Jean-Pierre Bayard propone que los místicos que formaron parte tras bambalinas de la hermandad rosacruz, no como grupo social sino más bien como un director conceptual de sus acciones, sostenían una serie de premisas, algunas claramente altruistas y otras curiosas:
  • ejercer la medicina caritativamente y sin recibir de nadie ninguna recompensa;
  • vestirse según los usos del país donde uno se halle;
  • asistir a la asamblea general anual o aportar disculpa legítima por su ausencia;
  • elegir, cuando se sienta necesidad, a un sucesor capaz de ocupar su puesto y representarlo (1);
  • tener el caracter de la Rosacruz como signo de reconocimiento entre los hermanos y símbolo de congregación;
  • tomar las precauciones necesarias para que el lugar de su sepultura sea desconocido (2);
  • mantener la sociedad secreta y oculta a intervalos de centurias.
Anámnesis: recuperación de la 
memoria que conduce a Aletheia
¿Pero de qué manera intercambiaban información o asistían a estas asambleas anuales cuando a través de sus biografías vemos que sus vidas de peregrinos los llevaban a zonas distantes en las que nunca coincidían, en una época sin comunicaciones ni transportes? Willy Schrödter en Un Cuaderno Rosacruz nos brinda una interesante pista en los capítulos de Proyección Astral y Telepatía, pero tal vez sea hora de incluir una posible respuesta invitando a los trabajos de Allan Kardec y José Rosciano Holder.

El pedágogo francés Kardec (Hippolyte Denizard Rivail) y el doctor peruano Rosciano Holder coinciden en haber utilizado la canalización a través de mediums para contactarse con entidades en otro nivel de consciencia. Kardec fue el codificador de la doctrina espiritista, dedicando la mitad de su vida a transcribir y ordenar las diferentes sesiones en que realizaba preguntas a entidades descarnadas a través de mediums a las que previamente sometía a diferentes pruebas para legitimizar la objetividad y capacidad de la canalización. Rosciano Holder, perteneciente a una fraternidad rosacruz, escribió una serie de libros por indicaciones exógenas recibidas a través de la esposa de uno de los miembros, quien durante las reuniones, ingresaba en trance mediúmnico.

¿Es posible observar un cuadro objetivo en todo esto? Una colegiatura invisible presente en un plano de consciencia superior envía representantes a encarnar en una realidad física con la finalidad de ayudar en la evolución humana sin violar el libre albedrío; como consecuencia de este traumático proceso, las entidades encarnadas pierden su memoria y el condicionamiento social hace el resto: se extravían o se ven kármicamente involucrados; pero algo los despierta: puede tratarse de su suerte, en un sentido contrario al afortunado -recordemos que tras la velada suerte se encuentra en realidad operando el sistema de control-. Y esto hace que el ser esencial despierte a la gnosis, ya sea con poderes creativos orientados a la sanación y curación, con la facultad de instruir a otros o con la capacidad de establecer un puente de comunicación entre densidades de consciencia.

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    La matrícula de ingreso al Colegio Invisible

    Hemos planteado la posibilidad de la existencia de colegiaturas invisibles, esto es, una serie de fuerzas exógenas a la humanidad que propician su libertad o esclavitud, de acuerdo a su orientación espiritual, muchas veces encubierta:
    1. el pensamiento teócrata, representado en las religiones dogmáticas, orientadas en un régimen energético de tipo asistencialismo vs. devoción (con la meta de convertir la devoción en mortificación o loosh), y cuyo objetivo es mantener el status quo e ignorancia;
    2. las sectas herméticas, (1) con rígidas estructuras jerárquicas, y un régimen ritual donde la moneda cósmica del acólito nutre a los iniciados, y éstos al maestro —el gurú o líder de la orden— con un objetivo de liberación parcial del hombre y el inmediato reclutamiento dentro de sus filas;
    3. las fraternidades de servicio al prójimo, donde no hay intercambio energético sino de información; el conocimiento es libre y se honra la libertad propia y ajena.
    El ojo entrenado no tendrá dificultades en distinguir las orientaciones involucradas, pero puede complicarse discriminar una secta de una fraternidad, dado que las instituciones sectarias redactan cuidadosamente el material que circula entre sus neófitos buscando confundir o velar tal realidad.

    Se debe considerar la posibilidad de una secta cuando existe un líder carismático al que se le rinde culto incondicional, cuando se ejerce presión psicológica para la asistencia a reuniones donde se efectúan rituales en los que se debe participar (e.g. el neófito es compulsivamente invitado a acatar un ritual en la ceremonia del que nada se le informa: esto es análogo a firmar un contrato en blanco del que más tarde se sabrán sus consecuencias legales), o bien, cuando no es posible el análisis crítico de las enseñanzas brindadas. Para reforzar este punto de vista y develar el objeto macabro en el tráfico energético, Kyle Griffith relata en War in Heaven (cap. I, pág. 12):
    Un guía espiritual se trata sencillamente de un espíritu en el plano astral con suficiente estabilidad mental y poder psíquico para comunicarse con facilidad con un medium particular, deseoso de establecer un vínculo personal. Un asunto para subrayar dentro de la literatura: este vínculo frecuentemente tiene características sexuales. El guía espiritual de un medium por lo general recibe algo a cambio a través de la actividad sexual física. Solamente los magos tántricos orientales y los estudiantes occidentales de magia sexual escriben y comentan esto de manera abierta, ya que la mayoría de los mediums lo practican en secreto.
    Y es aquí donde debemos utilizar las gafas de las densidades para echar luz a todo esto: la realidad física está formada por los cuatro estados de la materia, todos ellos sometidos a la Ley de Conservación de la Energía, y esto es que todas las entidades deben sustentar sus procesos biológicos incorporando nueva energía a sus organismos. En el caso de nuestra realidad de tercera densidad, los humanos hacemos esto al ingerir alimentos que atesoran la energía en los enlaces químicos; las entidades en cuarta densidad hacen lo propio pero de manera más sutil a través de materia no bariónica, alimentándose del destilado energético derivado de la devoción, emociones y, sobre todo, las liberadas durante el orgasmo. Es por eso que a la realidad física se la denomina entrópica, en contraposición a la realidad creativa o espiritual; en tal clase de realidad, denominada quinta densidad, y en las superiores, no se cobra un canon de existencia o moneda cósmica. Al respecto, una esclarecida Jessy Hoffman expone en los Gurúes de la Nueva Era:
    La meditación con mantras no sólo convierte a las personas en baterías para los dioses, sino que los convierten en una extensión de ellos y su voluntad. Bajo el pretexto de entregarse a una conciencia más elevada, los gurúes consiguen que su rebaño se rinda a las deidades bajo la invocación de sus mantras. Aquel que medita, en lugar de convertirse en una forma de realización del Infinito, termina poseído por una entidad a cuyo nombre rinde su mente durante varias horas del día. Sus ojos se vuelven ventanas cósmicas; su carisma irresistible; se transforma así en un recipiente de aquello a lo que se ha brindado a sí mismo. Al igual que un diapasón que entra en resonancia, "el iluminado" arrastra la voluntad de las entidades a las que se ha postrado. A través de ellos, la voluntad "divina" fluye al mundo, sin trabas de los pensamientos, deseos o voluntad del meditador, ya que hace tiempo que han sido sacrificados.
    Cualquier guía o maestro que se haga llamar ascendido o espiritual pero exija algo a cambio seguramente pertenecerá a la cuarta densidad, tratándose de un simple representante de las entidades egóticas de consciencia superior, y la información que de allí se obtendrá buscará confundir y desorientar; ejemplos de estas manipulaciones encontramos en las diferentes canalizaciones citadas en el libro de Joseph Fisher: The Siren Call of Hungry Ghosts (El Canto de Sirena de los Fantasmas Hambrientos) donde el desaparecido autor, además de cronista, sufre también una aparente manipulación romántica con una entidad no humana; otro notable ejemplo lo encontramos en algunas de las respuestas canalizadas del Material Ra, cuando se incita al intercambio sexual para fortalecer a la medium; peor aun son las invocaciones que se les enseña a los acólitos de las escuelas neognósticas, donde se exige la posternación ante maestros, y se promueve a la invocación de adeptos ya desaparecidos previo a las horas de reposo: (2) no olvidemos que la energía proveniente de la devoción es otra forma de alimento para los seres sutiles.

    Odiseo y la ninfa Calypso
    En las instituciones humanas, un gurú formará la punta piramidal de una estructura jerárquica instrumentada para nutrir energéticamente a sus integrantes superiores, conforme se entrega a cuentagotas herramientas a sus neófitos que permiten la eventual liberación pero habiendo antepuesto un nuevo grillete, del cual el preso se siente orgulloso, fraguado a través de un continuo control mental: estas falsas fraternidades nutren energéticamente a través del maestro (encarnado o ya desaparecido) a las entidades entrópicas y parasitarias de cuarta densidad por medio de rituales, catenas, mantras o a través de ocultas invitaciones en las que someten a sus integrantes. (3)

    Entendemos como válido entonces que no existe una organización física de la orden rosacruz, y la iluminación del espíritu no puede provenir de ningún maestro humano, sino únicamente de la naturaleza misma.

    Curiosa similitud entre las elfas
    como Galadriel y las ninfas
    Un interesante refuerzo literario nos ofrece El Conde de Gabalis,(4) donde el ascenso a cuarta densidad de ciertos maestros rosicrucianos está fraguado por medio de un pacto sexual entre un humano y un ser etéreo —alguna mente inquieta podría relacionarlo a las famosas uniones entre los Reyes de los Hombres y las Princesas de los Elfos de los cuentos del profesor Tolkien, pero debemos considerar que en estos casos la desposada se convertiría en mortal, elevando la estirpe de su descendencia.—(5) La trama de la película The Ninth Gate (La Ultima Puerta) de Polanski hace hincapié sobre este esquivo tema, conocido en Demonología (6) como el Sendero del Sendero Siniestro, del cual se explaya detalladamente Willy Schrödter en el recientemente traducido al castellano Un Cuaderno Rosacruz (cap. Espíritus elementales):
    Un juramento es tomado por los neófitos durante su admisión a los secretos de la Orden, por el cual se preservan castos a perpetuidad de mujer humana alguna. A través de este sacrificio serán recompensados con la unión con una silfo, una gnomo, una salamandra o una ninfa, cualesquiera de las cuales será mucho más encantadora que la más glamorosa de las mujeres humanas y que además no perderá su belleza por el pasar del tiempo.
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    El Colegio Invisible y la Guerra en el Cielo

    Cuando se divise a lo lejos la tenue y vacilante luz que nos llevará fuera de la caverna platónica, debemos considerar que no se trate de un fuego fatuo; pero asimismo que no nos guíe por un intrincado y numinoso sendero laberíntico para más tarde arrastrarnos otra vez hacia las tinieblas del encierro. En un pasaje del libro Forbidden Science del esclarecido Jacques Fabrice Vallée ocurre un interesante intercambio junto al astrónomo Joseph Allen Hynek, sobre los peculados energéticos operados dentro de las sectas (sec. Chicago, Sunday 13 November 1966): (1)
    —Para mí —dijo Hynek,— el desafío fue descubrir las limitaciones de la Ciencia, los lugares donde fallaba: los fenómenos que no podía explicar.
    —¿Habías estudiado lo paranormal antes de decidir convertirte en un astrónomo? —pregunté.
    —He pasado mucho tiempo leyendo sobre temas esotéricos. Por supuesto que no diría nada de esto a mis colegas, pensarían que estoy loco. Pero como estudiante, leí todo lo que pude encontrar sobre los Rosacruces y los filósofos herméticos —contestó Hynek.
    Era mi turno de tomar una respiración profunda.
    —También podría confesarte que he pasado varios años en los mismos estudios —finalmente añadí.— Hasta hace poco incluso realizaba un curso [a distancia] en la Orden de los Rosacruces.
    —¿Ah, si? ¿En cuál? —preguntó Hynek.
    —AMORC, que tiene su sede en San José.
    —Sabes —dijo Hynek,— hay varios movimientos que se autodenominan Rosacruces. Entre los escritores herméticos estaba muy impresionado con Max Heindel cuando era más joven, hasta que comencé a leer los libros de Manly Hall. Eventualmente eso me llevó a Rudolf Steiner, quien creo que es el más profundo del grupo.
    —Siempre he admirado las tradiciones antiguas que sostienen que no existe algo así como una organización física de la orden rosacruz —concluí.— La única orden rosacruz válida, sostienen, no se encuentra en este nivel de existencia. E insisten en que la iniciación verdadera, la única iluminación del espíritu que cuenta, no puede provenir de ningún maestro humano, sino únicamente de la Naturaleza misma. Cuando lo leí, dejé de ser miembro del grupo de San José. Sigo preguntándome por la existencia de una comunidad Rosacruz genuina que permanece invisible.
    Vallée comenzó sus estudios rosicrucianos a los 19 años de edad,(2) poco después de la muerte de su padre, cuando recibió de una compañera de estudios en Agosto de 1958 varios libros de la tradición hermética; por su parte, el astrofísico Hynek, quien nutrió y enriqueció las ideas del doctor Vallée, estudió durante años en la prelogia rosacruz. Fue a través de este intercambio, que Hynek reelaboró su última visión sobre ufología:
    Sostengo que es completamente factible que exista una tecnología que reuna tanto el plano físico como el psíquico: lo material y lo mental. Hay estrellas que son millones de años más antiguas que el Sol. Existirán entonces civilizaciones que serán millones de años más avanzadas que el Hombre. [...] Teorizo una tecnología híbrida que nuclee los reinos mentales y materiales. Los reinos psíquicos, tan misteriosos para nosotros hoy, tal vez sean algo ordinario de una tecnología avanzada.
    Hemos de profundizar en el Hilo de Ariadna que unió a ambos investigadores, ya que la cosmología rosicruciana postula un modelo del universo de tres reinos: físico, mental y espiritual, con diversas compartimentaciones (el modelo físico teórico de seis capas que intenta explicar la fenomenología de la Alta Extrañeza de Vallée-Davis quizá tenga su semilla en esta cosmovisión), similares al del Modelo Cassiopaea y el Material Ra. En el libro La Meta Secreta de los Rosacruces de Jean-Pierre Bayard leemos:
    Robert Fludd (1574-1637) médico, filósofo y físico, escribió en nueve volúmenes una enciclopedia científico-astrológica. Gran conocedor de la cábala, dio una explicación del mundo donde Dios es a la vez el Aleph Luminoso y el Aleph Tenebroso. El mundo se divide en tres grandes regiones:
    • el mundo empíreo (el Cielo), donde la luz excede a las tinieblas;
    • el mundo etéreo, donde la luz y las tinieblas se equilibran en forma de éter;
    • el mundo elemental, donde las tinieblas dominan sobre la luz y producen los cuatro elementos.
    En cierto modo y coincidiendo con otro libro del doctor Vallée, pareciera que un Colegio Invisible estuviera inyectando información que orientase a los buscadores de la Verdad. La teoría del Colegio Invisible no es nueva, ya Fulcanelli agradecía en El Misterio de las Catedrales a La Hermandad de la Heliópolis, y el ojo entrenado sabrá encontrar ejemplos más antiguos y perennes. Pero, ¿quiénes son los directores de esta Hermandad? Y lo más importante, ¿hay una sola?

    Nuestra investigación nos ha develado que al parecer hay una única Hermandad Luminosa, pero debemos cuidarnos de todos aquellos que dicen portar la luz, y al igual que el doctor Vallée, sostenemos que no debemos confiar en ninguna institución o colegiatura que mantenga estructuras jerárquicas, formule pactos o celebre rituales, exigiendo obediencia o silenciando cuestionamientos. En efecto: no existe organización física de la orden rosacruz; todas estas sociedades secretas que se hacen pasar por fraternidades luminosas terminan siendo veladas jerarquías que anquilosan el desarrollo individual y nutren energéticamente, mediante sus rituales y ceremonias, al lado tenebroso del plano etéreo. En su libro El Pueblo del Secreto, Edward Campbell sintetiza esta cuestión (cap. VIII):
    Un esfuerzo mas ambicioso [...] en las mismas líneas fue realizado por un grupo, supuestos apóstatas francmasones, en Londres en los años 30, y publicado anónimamente como «Light-bearers of Darkness.»(3) Recientemente se ha tratado de identificar al autor como la Sra. H.T. Stoddart, miembro del Golden Dawn (Alba Dorada). [...]

    Según el autor de «Light-bearers of Darkness,» los más altos grados de todas las asociaciones herméticas requieren que el adepto sea esclavizado por alguna mente exterior astuta, o grupo de mentes que, parece, busca gobernar las naciones a través de adeptos controlados hipnóticamente... por que todos estos modernos Misterios estan controlados por alguna jerarquía desconocida.
    El juego de ajedrez mítico, siendo los
    arcontes aquellos que detentan el poder
    Kyle Griffith a través de la recolección de canalizaciones con que dio forma a su Guerra en el Cielo (War in Heaven) tal vez pueda reforzar nuestro punto de vista; en este texto se presenta el supuesto Colegio Invisible enfrentándose a la facción Teócrata, desde una realidad superior o extraterrestre. Si bien a simple vista el investigador encontraría alentador alistarse en el bando que enfrenta a la teocracia, el ojo entrenado no tardará en descubrir el elaborado juego de ajedrez hiperdimensional, en donde la humanidad es tan sólo el gris peón desdichado (4) de ambas manos tenebrosas:
    El control mental religioso es practicado en varios y diversos lugares además de los muchos servicios religiosos. Los Teócratas a menudo lo practican en las multitudes: asistiendo a eventos deportivos, en casinos de juegos, en juntas políticas, durante conciertos musicales de muchos tipos y en un número de otros lugares.
    Dondequiera que mucha gente entra en un estado emocional intenso al mismo tiempo [resonancia límbica] y tienen su atención colectiva enfocada en un objetivo en común, los espíritus teocráticos pueden utilizar manipulación telepática subconsciente para ponerlos en trance religioso y reprogramar sus mentes con control mental religioso.

    El Colegio Invisible utilizó conciertos de rock, demostraciones de paz y amor y eventos similares de los sesentas exactamente para los mismos propósitos. Antes que usáramos las reuniones de las organizaciones fraternales, una variedad de mítines políticos progresivos e incluso circos y carnavales que solían visitar cada aldea y pueblo estadounidense, eran y son aún usados por los Teócratas y aún lo hacen, organizando reuniones de reavivamiento.

    Y el Colegio Invisible continuará practicando control mental religioso para reprogramar a las personas, mientras lo hagan los Teócratas.
    La verdadera Hermandad de la Heliópolis sólo invita o responde a solicitudes honrando así el libre albedrío y respetando la Directiva Primaria de la Creación, no interviniendo en el plano físico para generar sincronismos negativos de especie alguna con la cual encaminar el enroque de sus piezas clave, o el reclutamientos de neófitos para escuelas que enarbolen jerarquías y cercenen el intercambio y los cuestionamientos. Permítasenos concluir con las brillantes palabras del doctor Vallée, quien comprendió que tras los avistamientos OVNIs se oculta un programa de adoctrinamiento el cual impone un patrón mental de sometimiento y finalmente conduce al devocionalismo religioso (Forbidden Science II, 6 de Diciembre de 1974):
    Dentro de la marioneta del Diablo que se mueve en el proscenio de la historia, se oculta la misma mano que mueve al Obispo con su mitra, al Papa con su cruz, al Gendarme con su bastón. Debemos encarar e interrogar al titiritero. Él puede ser el mismo individuo que hace volar los OVNIs.
    Estudiaremos en la siguiente entrega los costos encubiertos de las sectas, junto a su correlación con la cuarta densidad.

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    El proceso de ordeñe emocional

    Entendemos que tal vez escribamos para pocos; nuestro trabajo es allanar y preparar el camino para aquellos que lo transitarán luego, para que lo hagan con pie decidido y mirada atenta, y que reconozcan las trampas y mecanismos del sistema de control; sostenemos que denunciar la Oscuridad es arrojar Luz, e iluminar el camino que emancipa de la esclavitud del Fin de los Tiempos es un ejercicio de servicio a los demás.

    Desde luego no deseamos generar una disonancia cognitiva, pero debemos ofrecer un atisbo de los mecanismos con que el Cerco del Mago Astuto hace trastabillar los pasos de los que franquean fuera de sus sendas permitidas, y en esto no lo dudamos: el clavo que resalta es el primero en recibir el martillazo.

    Los caminos de ingreso a los estudios rosicrucianos transitan por la reflexión y la lentitud necesaria para conocerse a sí mismo; esto se debe a que en la marisma de los parches de samskaras del alma, se encuentran la puerta de ingreso a través de la cual nos hackea el sistema de control. ¿Se nos permite hacer una graciosa analogía con la informática: acaso no ocurre lo mismo en los sistemas desactualizados y de lo que existe poca documentación? Todo lo que permanece en oscuridad genera y atrae parásitos; exponer a la luz de la comprensión y del análisis, o si se prefiere, traer a la luz de la consciencia, desarticula la conducta parasitaria, convirtiéndola en un aliado del Ser Esencial.

    El proceso de ordeñe del sistema de control se basa en la generación de sucesos que desestabilicen emocionalmente al sujeto; estos pueden clasificarse en dos tipos: intensos o extensos, de acuerdo a su duración y la concentración del vector de ataque. Dion Fortune no habría dudado en afirmar que un ataque psíquico exógeno, esto es, de origen no humano, tiene como objetivo vulnerar los mecanismos de defensa de la víctima y lo que esto acarrea es la generación de loosh —que bien podríamos entenderlo como la sangre emocional, alimento de los vampiros psíquicos que rigen el plano físico— como producto residual de la úlcera emocional; en su libro Autodefensa Psíquica nos identifica sin tapujos a los seres preadámicos o cuaternarios, las extensiones humanas del sistema de control (cap. VII: La patalogía de los contactos no-humanos):
    Hay muchos de nosotros que han encontrado a gente que podría muy bien ser descrita como no-humana, sin alma, en cuanto que los motivos humanos ordinarios no operan en ellos, ni los sentimientos humanos ordinarios les impulsan o inhiben. No podemos sino amarlos, porque tienen gran encanto, pero no podemos sino temerlos también, pues esparcen una infinitud de sufrimiento alrededor suyo. Aunque sean raramente deliberadamente malos, son singularmente detrimentales para todos aquellos con los que entran en contacto. Ellos, por su parte, son infelices y solitarios en medio de nosotros. Se sienten ajenos y sin compañía; la mano de todo hombre está contra ellos, y en consecuencia demasiado a menudo sucede que su mano está contra todo el mundo y desarrollan una traviesa malevolencia, aunque raramente hacen el mal calculadoramente. Gratitud, compasión, buena fe, moralidad y honestidad común son extremadamente extrañas a sus naturalezas, tan lejos de su concepción como el cálculo diferencial.
    En general, los ataques extensos tienen como vector una persona con la que estamos relacionados y guarda cierto conocimiento de las debilidades personales o bien una actividad de la que depende nuestro sustento económico; debemos recordar, para el primer caso, lo concerniente a las manipulaciones afectivas. Los ataques intensos, en cambio, son provocados durante las horas de reposo cuando disminuye el nivel de consciencia, o por personas desconocidas que sin embargo parecen percatar de antemano los puntos flojos sobre los cuales atacar: no hay que desconsiderar aquí la concordancia en lo manifestado por Dion Fortune en su descripción de los portales orgánicos con otros autores como Boris Mouravieff, Laura Knight-Jadczyk y John Baines (Dario Salas Sommer); debemos recordar además que toda persona que permanece aun en el trance hipnótico de la ilusión puede ser usado de igual forma como vector de ataque.

    Visto a grandes rasgos desde la perspectiva fisiológica, la víctima encontrará su respiración entrecortada y un aumento en las palpitaciones; esto que de por sí parece una consecuencia lógica asociado al estado de shock, se transformará en un evento crónico cada vez que la atención vuelva a enfocarse en la situación ya que el cuerpo estará procesando y generando energía adicional como respuesta al estímulo emocional negativo, acelerando la ingesta de alimentos para aumentar el caudal de energía producida la cual es dispersada por el desorden emocional, reforzando el círculo vicioso; por supuesto, esto acarrea consecuencias detrimentales para la salud del organismo, vulnerando múltiples áreas como la coronaria, digestiva y renal. El estado mental también se ve afectado por los pensamientos negativos recurrentes; del libro Hipsoconciencia de John Baines:
    Los pensamientos que cruzan por nuestra mente en forma habitual son verdaderas piedras angulares sobre las que construimos nuestra vida material, mental y emocional. Cada pensamiento deja su huella y evoca un estado emocional equivalente a su significado y calidad.
    El ojo entrenado no dudará en reconocer que bajo una lluvia de pensamientos ominosos, sean externos o emanados interiormente por la situación negativa desencadenada, nuestra maquinaria orgánica está siendo forzada a trabajar a máxima potencia para generar un producto energético no aprovechable —a nivel humano— con excelente rendimiento para las entidades parasitarias en cuarta densidad; en pocas palabras: nos están comiendo vivos. (1)

    Sólo en el desbalance se
    aprende a equilibrarse
    ¿Qué hacer entonces? El mecanismo psicológico robótico tiende a la entropía: cuando ocurren sincronismos negativos, el sujeto supone que ha fallado con lo que surgen emociones que apuntan a la culpabilidad y auto-reproche; para evitar esto, se debe considerar el principio hermético pendular, evitando y contrarrestando la oscilación "pena" con un refuerzo consciente de "alegría;" y esto se debe hacer teniendo en mente la búsqueda del balance y no la profundización del vaivén emocional; del segundo libro Trascending the Matrix Control System de Thomas Minderle:
    Las emociones son fuerzas que nos empujan fuera de la homeostasis [la condición de estabilidad interna]. Si son emociones dañinas, éstas nos impulsan por encima o debajo de nuestro potencial, haciéndonos trastabillar al dudar de nuestra asertividad sobre la situación, y tomando decisiones reactivas poco inteligentes, como el reaccionar en un momento de odio para arrepentirse más tarde. Si son emociones positivas, estas nos empujan a un nuevo territorio que de otra forma no tendríamos la confianza para hacerlo. [...]

    Podemos usar las emociones si estamos atentos a ellas antes de que sometan a influencia a nuestro proceso decisional: primero evaluando en frío la situación y decidiendo de ir con ellas o disipándolas en un acto de fuerza de voluntad. Se podría decir que las emociones son entonces como los caballos: pero entonces, ¿se conduce al caballo hacia dónde uno quiere ir, o se le permite al caballo tomar la dirección que quiere (por ejemplo hacia un precipicio)?
    Un útil refuerzo físico consiste en observar la respiración, reteniendo el aire e intensificando la lentitud y profundidad de la inspiración; técnicas semejantes se explican en el libro de Hipsoconciencia de John Baines y en Éiriú Eolas de Laura Knight-Jadczyk, y podrían verse como un reclamo consciente de la autonomía corporal.

    El problema puede verse intensificado de contar con acompañantes indeseados dentro del cuerpo psíquico: debemos recordar que la presencia de córtices o pretas en nuestra psiquis agrava el desencadenamiento emocional negativo pues los sincronismos parecen estar elaborados para afectar el punto flojo individual que más tememos, y a su vez es como tener el "enemigo en casa;" (2) en este caso la estrategia debe englobar múltiples aristas:
    • elaborar una detallada lista que considere lo peor que nos podría pasar a lo largo del evento, junto con una planificación que busque minimizar o contrarrestar aquellas situaciones indeseadas; hacemos énfasis en animar a orientar dicho plan aplicando las reglas de supervivencia;
    • solicitar ayuda exterior; concentrarse y prepararse para hacerlo sin desesperación, patrones de fracaso o sensaciones destructivas (una buena forma es comprender que al pedir, los resultados que se obtienen resultan en una magnificación de los pensamientos que se manifestaron al solicitar); evitar rituales (3) de cualquier clase;
    • trazar un diagnóstico de las conductas egóticas personales: enumerarlas y exponerlas para llevarlas a la luz de la consciencia y lograr ponderarlas; es útil buscar el equilibrio a través de un acto desinteresado que busque servir al prójimo;
    • no desesperar y sostener una actitud mental positiva: al parecer, el Cosmos es una Escuela y este tipo de eventos es un desafío más; si se hace la tarea consciente no hay nada que temer.
    Cuando la defensa es exitosa, el factor exógeno responderá desarticulando la situación, dado que del ataque no se obtuvieron ganancias: hemos de tener en mente que el sistema de control convive también en una realidad donde se aplica la ley de la conservación de la energía y esto conlleva a que un ataque deliberado que no obtiene frutos es una pérdida de tiempo y energía para las entidades de consciencia superior negativas.
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    La arquitectura del sistema de control hiperdimensional

    Asombrados los ojos se posan en una situación que odiamos y que se repite incesantemente, con la precisión del péndulo hermético: la obra se despliega con diferentes actores, con múltiples escenarios e incluso con variados diálogos; sin embargo, tarde o temprano se desencadena la tragedia y el corazón comienza a palpitar enloquecido: otra vez el disparador de la situación detona invitando a los comensales de las emociones negativas.

    ¿De qué forma aquello que deseamos evitar es lo que termina ocurriéndonos? ¿Cómo podemos modelizar matemáticamente una situación que involucra múltiples actores, situaciones y sincronismos con probabilidad tan infinitésima como efímera de ocurrencia, sin la connivencia de las partes? Y por añadiduría no debemos olvidar nuestros esfuerzos personales para que el evento no se desencadene... cosa que de todas maneras ocurre. Seguramente los matemáticos puros huirán evitando modelar esta clase de escenario etiquetándolo arbitrariamente como hecho social, huyéndole prestos por la cantidad de variables desconocidas.

    Donde falla la ciencia, quizá el esoterismo pueda brindar alguna hebra de luz: Castaneda postuló con claridad la instalación foránea, la ufología no se quedó atrás y desde la publicación de los libros de Zecharia Sitchin y William Bramley que reflotaron las hipótesis sobre la manipulación del ADN humano, el eco de nuestros orígenes se agitó como una mueca sombría del pasado; Rene Boulay en Serpientes y Dragones Voladores coincidió con una postura análoga:
    A través de la manipulación biológica, el Anunnaki o el Nefilim tomó un hombre mono existente y le dio la parte de su divinidad, su sangre sauriana. Algo de las Escrituras confirma el hecho de que los experimentos biológicos fueron conducidos en la tierra y que algunos de éstos se salieron de control. Estos experimentos parecen haber sido hechos rutinariamente por los Nefilim, que no solamente poseían técnicas avanzadas en medios de transporte y comunicaciones, sino también en las ciencias biológicas.
    Es evidente que algo han hecho los dioses para que seamos lo que somos: esclavos de nuestras emociones reactivas, proveedores de loosh del Jardín (o vil sembradío) de los Dioses, Bramley acertó con esto al sostener:
    Los Custodios [Arcontes, las entidades negativas en Cuarta Densidad] claramente no querían que la humanidad comenzara a recorrer el camino hacia la recuperación espiritual. La razón es obvia. La sociedad Custodia quería esclavos. Es difícil hacer esclavos a gente que mantiene su integridad y sentido de la ética. Llega a ser imposible cuando aquellos mismos individuos no son acobardados por amenazas físicas debido a que han captado el despertar de nuevo de su inmortalidad espiritual. Más importante, si los seres espirituales no pudieran ser atrapados más en cuerpos humanos, sino que en su lugar usan y abandonan cuerpos a voluntad, no habría seres espirituales disponibles para animar cuerpos de esclavos.
    Este párrafo refuerza la idea de que la impecabilidad de conducta parece ser un escollo para los intereses autoritarios de los dioses, y si bien suena contradictorio, la idea de espiritualidad debiera disociarse del concepto religión, al menos de las religiones dogmáticas y teócratas. Para elaborar una conclusión completa: los dioses reconfiguraron un ser animal que sirvió de base para anclar procesos emocionales centrados en la ilusión de la supremacía del ego e importancia propia; lo que hoy somos no dista demasiado de las lapidarias palabras del filósofo rosacruz John Baines:
    Se argumentará que el Sapiens, a diferencia de otras especies, siembra, produce y labora sólo para sí mismo y no para otros seres. Esto es efectivo en lo que se refiere a los productos y materiales que el Sapiens emplea para su propia manutención. Ninguna especie, no humana roba al Sapiens el producto material de sus esfuerzos. No ocurre lo mismo, en cambio, con los frutos sutiles producidos por el árbol humano (sistema nervioso) en su existencia cotidiana.
    Estos, son rápidamente "cosechados" por ciertos seres que se encuentran en una escala evolutiva mucho más alta que el ser humano, verdaderos dioses del espacio, que profitan del esfuerzo humano, pero que a la vez cumplen ciertas funciones cósmicas, es decir, ocupan un importante puesto en la economía universal. Ya los hemos mencionado anteriormente, llamándolos, los Arcontes del Destino.
    En concisas palabras, los dioses han creado una impostura que hoy denominamos hombre moderno, con fantásticos atributos intelectuales y con dos tercios de su cerebro en un frenesí egocéntrico y soñador; el primer tercio es el cerebro reptil, la ROM del computador cerebral, que de por sí responde reactivamente con violencia primigenia y salvaje; mientras que el segundo tercio, el sistema límbico se encuentra en un baño de emociones ilusorias bajo un trance hipnótico, como una placa inalámbrica emitiendo señales internas que se nos escapan pero que tal vez se utilicen dinámicamente para producir o encausar los sincronismos negativos.

    Tan sólo nos queda un tercio de nuestro cerebro, la neocortex, la cual hallamos vilipendiada por la programación socio-política, religiosa, medios de comunicación y el marketing de la feliz vida consumista. Esta poca "RAM" de computador consciente, que la mayoría busca acallar con dosis de diversa anestesia socialmente aceptada, es lo poco que nos queda para el trabajo interior.

    El loosh o moneda etérica,
    adentro la instalación foránea,
    dejando afuera a la Libertad
    Pero retornemos a aquel tercio en trance hipnótico: esta es la plataforma "cliente" que reside en nuestros cerebros y que trabaja de interfaz con el sistema de control hiperdimensional, (1) el programa "servidor" que nuclea y optimiza las extracciones de loosh masivas (tal vez, a través del karma grupal que decante en guerras o hecatombes) o individuales (como las manipulaciones románticas); es así entonces, como se cierra el círculo que provoca los sincronismos negativos: una sofisticada tecnología etérica que provee de continuo alimento a los dioses, de la cual formamos silenciosamente parte; del libro Far Journeys (1985) de Robert Monroe:
    La producción de Loosh se mantuvo a un nivel constante a través de la supervisión de los Recolectores [¿quizá los Grises?]. Las únicas alteraciones fueron ordenadas por los mismos Sembradores [las entidades de consciencia superior de orientación egótica o los Arcontes del Destino]. Bajo sus instrucciones, los Recolectores periódicamente cosechaban segmentos específicos del Sembradío. Esto se hacía con el fin de adecuar los químicos, la radiación y otros nutrientes para las unidades venideras [las que reemplazarán a la actual Humanidad]. Pero también se efectuaba para recolectar Loosh adicional en tal cosecha.

    Para optimizar la recolección, los
    Recolectores generaban turbulencia y caos en la envoltura gaseosa y en el núcleo que forma la base del Jardín. Estas hecatombes tienen el efecto de culminar con la vida de multitudes de sembradíos, dado que son aplastados por los movimientos telúricos, el fuego emanado de los terremotos o el agua que ha sido agitada.
    ¿Y por dónde comenzar a desbaratar esta maquinaria infernal? Tal vez no podemos acallar aquello que resida en el cerebro reptil, pero seguramente podemos trabajar en el discernimiento para ignorarlo o rechazarlo. Y luego queda la ardua tarea de volver consciente lo subconsciente: el trabajo interno consiste en recorrer pieza por pieza aquella parte en tinieblas y llevarla a la luz de la consciencia donde es posible transmutar los samskaras en herramientas fiables con las que podamos contar.

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